Cuando me convertí en una anciana gobernante, me acuerdo que las preguntas constitucionales para la ordenación e instalación que realmente resonaron en mí fueron aquellas que hablan de ser compañeros(as) en el servicio de Cristo:

  • “¿Buscará seguir al Señor Jesucristo en su vida personal, amará a sus semejantes y trabajará por la reconciliación del mundo?...
  • “¿Promete usted promover la paz, la unidad y la pureza de la iglesia? (Libro de Orden, W-4.4003f, h)

Unos años después de mi ordenación, se me pidió dar un mensaje durante el periodo de mayordomía. Además del tema principal de mi bautismo, ya que el bautismo habla sobre quién soy yo como miembro de mi familia y de la familia de Dios en la Iglesia, también escogí un versículo de la Biblia que me hablo  de  cómo hemos de vivir como hijos(as) de Dios:

El Señor ya te ha dicho, oh hombre,
en qué consiste lo bueno
y qué es lo que él espera de ti:
que hagas justicia, que seas fiel y leal
y que obedezcas humildemente a tu Dios. (Miqueas 6:8)

Tanto Miqueas 6:8 como las preguntas constitucionales de la IP (EE.UU.), son un llamado al servicio junto con otras personas. Mientras aprendemos sobre la injusticia social, nosotras(os) respondemos con amor y cariño. La respuesta está expresada de varias maneras. Podemos remangarnos y participar en un servicio práctico. Podemos hacer ejercicio de un ministerio presencial, al tomarnos un tiempo para agarrar una silla y escuchar a aquellas personas que son rechazadas por otras. Podemos abogar por un cambio mediante la palabra y la acción.  

Cuando los(as) ancianos(as) gobernantes fortalecen sus relaciones con ellos(as) mismos(as), también pueden construir relaciones que apoyen el servicio de Cristo con otras personas. Mientras los(as) ancianos(as) gobernantes se preguntan quiénes son, cuál es su congregación y quiénes son sus prójimos, el servicio de Cristo llega naturalmente. La reacción de estos sucede individual y conjuntamente.

Los(as) ancianos(as) gobernantes en mi congregación han compartido su pasión hacia los problemas dentro de nuestra comunidad y han movilizado a otras personas en la congregación para que hagan algo junto con ellas. Dentro del problema multifacético de la pobreza, hemos realizado actividades con el camión de comida que sirve a nuestra comunidad. Mientras discernimos la mejor respuesta contra la indigencia en nuestro país, nos hemos convertido en anfitriones para un albergue rotativo de  indigentes. Vemos más allá de la frontera de nuestro condado, nuestros(as) ancianos(as) gobernantes están siempre informados que nuestras comunidades en todo el país están recibiendo apoyo a través de la Asistencia Presbiteriana en desastres (PDA).  Pueda ser que hayamos ido a un solo sitio de PDA en los últimos años, pero continuamos dando, actuando y orando, en respuesta a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas que han sido afectados por desastres.

Regresando al domingo donde di el mensaje durante la época de mayordomía, le pedí a nuestro director de coro que incluyera la canción What Does the Lord Require of You durante el servicio. No es que este arreglo del Himnario Presbiteriano azul estuviera en las bancas en ese momento, pero el arreglo hecho por Jim Strathdee, el cual aprendí a querer en los campamentos y las conferencias, fue cantado como un canon rítmico. Mientras las personas se reunían en el servicio, cuando esta canción fue cantada como canon,  la mezcla de las voces y la fuerza dentro de palabras simples ejemplificaba nuestro llamado como compañeros(as) en el servicio de Cristo.

¿Qué es lo que el Señor pide de ti?
¿Qué es lo que el Señor pide de ti?

Justicia, bondad,
Camina humildemente con Dios

Para buscar justicia, y amar la bondad
Y Caminar humildemente con tu Dios


Sallie Scheide sirve como anciana gobernante y secretaria del consistorio en la Primera Iglesia Presbiteriana en Mt. Pleasant, Michigan. También es directora asistente del Centro para Oportunidades Estudiantiles: Iniciativas de Servicio y Liderazgo en Alma College en Alma, Michigan.